Por Gustavo Andrés Di Pace
“Estamos enfrentando una tormenta, pero hemos sabido
arriar las ban…, las velas“,
Conferencia de prensa de Mauricio Macri,
18 de julio de 2018.
La “tormenta” en la cual, según el presidente, se encuentra la Argentina, no es otra cosa que una típica crisis de balanza de pagos caracterizada por elevados niveles de déficit gemelos – fiscal y comercial –, una aguda restricción externa debido al creciente nivel de endeudamiento en moneda extranjera y una caída de la actividad económica producto, en gran medida, de una tasa de interés elevadísima que desincentiva la actividad productiva y favorece la especulación.
Frente a este complicado pronóstico, Macri y su “tripulación” parecieron recobrar cierto optimismo cuando en julio pasado la Morgan Stanley Capital International (MSCI) anunció la recategorización de Argentina como mercado emergente. A la sazón, funcionarios de Cambiemos y algunos analistas afines estimaron que a partir de junio de 2019, fecha en la que este nuevo estatus se haría efectivo, nuestro país estaría en condiciones de recibir capitales “frescos” por un monto que va de los 3.800 a los 7000 millones de dólares [1]. Esto último siempre y cuando, según advierte la propia MSCI, no se retomen los controles a la libre circulación de capitales [2].
Lejos de centrar su análisis en variables vinculadas a la actividad económica real, la matriz productiva, el nivel de empleo o los resultados de la balanza de pagos, la MSCI ponderó positivamente el acuerdo del gobierno argentino con el FMI, señalando el compromiso de la actual administración para seguir adelante con sus planes de reforma estructural y normalización macroeconómica [3]. A este respecto, un artículo publicado en el diario La Nación [4] señala que la recalificación de Argentina habilitaría a fondos que solo pueden invertir en emergentes a que tomen como alternativa los bonos argentinos, lo cual haría subir de precio aquellos activos y, por lo tanto, haría caer su tasa de financiación. Esto permitiría al gobierno emitir bonos a un costo más bajo, reestructurando la deuda vieja a un valor más barato y pagando menos intereses.
Más allá del optimismo oficialista frente a este anuncio [5] y del oxígeno que esta recategorización pudiera dar a los devaluados bonos argentinos, tal y como hemos comprobado por estos días, el supuesto “viento a favor” del nuevo estatus se esfumó en cuestión de semanas. Así lo advertía ya el Instituto de Finanzas Internacionales [6] (IFF por sus siglas en inglés), que junto a la calificadora de riesgo Standar & Poor’s situaron a la Argentina entre una de las cinco economías emergentes más vulnerables del mundo frente a una crisis externa y al encarecimiento del dinero a nivel global. S&P, particularmente, ubicó a nuestro país entre los más perjudicados por la política de normalización de tasas de interés llevada adelante por la Reserva Federal de los Estados Unidos. Hay que señalar que, en el 2015, Argentina no formaba parte de este grupo de economías “frágiles” [7].
BlackRock, por su parte, y el fondo de inversión Templeton (ambos actores claves para el oficialismo en el último salvataje financiero [8] del mes de mayo) asignaron a la Argentina uno de los mayores niveles de riesgo soberano entre las economías emergentes [9]. Esto último aparece reflejado en el Índice de Riesgo Soberano (BlackRock Sovereign Risk Index [10]), en el cual nuestro país ocupa el puesto número 55 de un total de 60, sólo por encima de Ucrania (56), Grecia (57), Egipto (58), Líbano (59) y Venezuela (60). Merece señalarse que la Argentina ocupaba el puesto 45 a principios de diciembre de 2015.
Siguiendo con la analogía naviera y los términos confusos de la meteorología macrista, la calificación como mercado emergente debería plantear para los analistas oficialistas y funcionarios del gobierno ciertos nubarrones en un horizonte próximo. En un artículo conjunto recientemente publicado en Project-syndicate [11], sus autores llaman la atención sobre los posibles avatares que podrían sufrir las economías emergentes de América Latina, producto de las tensiones comerciales generadas por la política proteccionista de Donald Trump y un escenario global de aumento de tipos de interés en las principales economías desarrolladas. Mismo pronóstico es compartido por el economista Nouriel Roubini [12] (reconocido por haber anticipado y advertido la última gran crisis financiera internacional), quien avizora una combinación explosiva de dólar fuerte, tipos de interés más altos y menos liquidez internacional. Específicamente para la Argentina, esos tres elementos combinados afectarían la capacidad de pago del país, ya que se encarecería la divisa norteamericana, en un contexto de escasez de nuevos fondos a ser prestados o invertidos.
Similares advertencias son reafirmadas en el último informe del FMI [13] sobre perspectivas de la economía mundial. En dicho documento, se mencionan las crecientes tensiones comerciales y las presiones que genera el mercado sobre las monedas de algunas economías con fundamentos más débiles, agregando una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento de la Argentina. Asimismo, la suba de aranceles aplicada por los Estados Unidos y las consecuentes represalias de sus socios comerciales podrían descarrilar el proceso de recuperación de la economía internacional, alterando los flujos de capitales debido a un mayor nivel de volatilidad. El Fondo Monetario también revalida las advertencias sobre la continuidad en la trayectoria de aumento de las tasas de interés, lo cual podría reducir más las entradas de capital a los mercados emergentes.
Parecería ser, entonces, que la calificación de Argentina como mercado emergente sólo profundizará aún más el endeudamiento y la fuga de capitales. Siempre y cuando quede algo que fugar.
Notas
[1]Rafael Mathus Ruiz (junio, 2018). “La Argentina alcanzo la categoría de mercado emergente y se abre la puerta a la llegada de capitales Externos”. [en línea: https://www.lanacion.com.ar/2145413-la-argentina-alcanzo-la-categoria-de-mercado-emergente-y-se-abre-la-puerta-a-la-llegada-de-capitales-externos].
[2]Javier Rodríguez Petersen y Luz de Sousa Quintas (junio, 2018). “MSCI reclasificó a la Argentina como mergaco emergente”. [en línea: https://www.cronista.com/finanzasmercados/MSCI-reclasifico-a-la-Argentina-como-mercado-emergente-20180620-0073.html].
[3]Sofia Diamante (junio, 2018). “¿Emergente o de frontera? Por qué el miércoles es un día clave para la economía. [en línea: https://www.lanacion.com.ar/2145122-la-argentina-no-pierde-la-esperanza-de-ascender-a-emergente].
[4]Sofia Diamante (junio, 2018). “Argentina, mercado emergente: Por qué la definición del MSCI es clave para la economía argentina”. [en línea: https://www.lanacion.com.ar/2145414-argentina-mercado-emergente-por-que-la-definicion-del-msci-es-clave-para-la-economia-argentina].
[5]El 20 de junio, el Presidente escribió en su cuenta de Twitter: “Buenas noticas! La Argentina vuelve a ser mercado emergente y se abre a la llegada de capitales externos.” Mientras que el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne señaló que, “ser emergentes va a darnos acceso a capital más barato y por ende, más inversión, más crecimiento y más empleo para todos los argentinos”
[6]Política Argentina (enero, 2018). “Argentina está entre los países más vulnerables a crisis externas”. [en línea: http://www.politicargentina.com/notas/201801/24201-argentina-es-el-segundo-pais-mas-vulnerable-a-crisis-externas.html].
[7]El Cronista (noviembre, 2017). Argentina, entre los cinco países más vulnerables a subas de tasas de la Fed”. [en línea: https://www.cronista.com/finanzasmercados/Argentina-entre-los-cinco-paises-mas-vulnerables-a-subas-de-tasas-de-la-Fed-20171109-0022.html].
[8]En un artículo publicado por “BAE Negocios” se menciona el factor clave que tuvo la sanción de la ley de mercado de capitales y un dólar menos atrasado – devaluación– para que BlackRock y Templeton participaran en la renovación de bonos del mes de mayo. [en línea: https://www.baenegocios.com/economia-finanzas/La-ley-de-mercado-de-capitales-clave-en-el-salvataje-de-BlackRock-y-Templeton-20180515-0077.html].
[9]Ver gráfica en línea: https://www.blackrock.com/cl/recursos/herramientas/blackrock-emerging-market-marker.
[10]Indicador de Riesgo Soberano BlackRock en línea: https://www.blackrockblog.com/blackrock-sovereign-risk-indicator/#.
[11]Laura Alfaro, Pablo Guidotti, Guillermo Perry, y Liliana Rojas-Suarez (julio, 2018). “La amenaza proteccionista de Trump a América Latina”. [en línea: https://www.project-syndicate.org/commentary/us-china-trade-dispute-impact-latin-america-by-laura-alfaro-et-al-2018-07/spanish].
[12]Nouriel Roubini (julio, 2018). “El peligro de Trump para la recuperación global”. [en línea: https://www.project-syndicate.org/commentary/trump-trade-war-and-the-global-economy-by-nouriel-roubini-2018-07/spanish].
[13]Fondo Monetario Internacional (julio, 2018) “Informe: Perspectiva de la Economía Mundial”. [en línea: http://www.imf.org/es/Publications/WEO].