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Giro histórico en Colombia: Balances y perspectivas

Autor: GT América Latina y el Caribe

Resumen Ejecutivo:

  1. Gustavo Petro y Francia Márquez se convirtieron en la primera fórmula presidencial de izquierda en imponerse en elecciones en Colombia, imponiéndose sobre la candidatura de Rodolfo Hernández, quien se presentaba como un “outsider” con discurso anti política.
  2. Luego del ciclo de protestas sociales iniciado en 2019, la ciudadanía colombiana ha optado entre dos candidatos críticos al sistema político tradicional.
  3. Pese a estas protestas y la baja legitimidad del gobierno actual y del sistema de partidos tradicionales, la participación en la segunda vuelta superó los recientes niveles de participación electoral, mientras que el voto en blanco no tuvo un crecimiento significativo. Las propuestas políticas fueron atractivas para el electorado, y canalizaron las demandas sociales de descontento.
  4. El Pacto Histórico tendrá una serie de desafíos como primer fuerza de izquierda en gobernar Colombia: la relación con las Fuerzas Armadas, la relación que se entablará con el establishment empresarial, la convivencia política en un Congreso sin mayoría propia y la construcción de la paz.
  5. La región es escenario de una disputa entre proyectos antagónicos, y se observa, de manera creciente la emergencia de espacios y candidaturas que apelan a discursos “antipolítica”, enfrentándose a frentes de políticos de los espacios del campo popular, que forman amplias coaliciones como forma de ser competitivas ante las anteriores. La construcción de estas fuerzas políticas, así como la conducción política, son elementos claves, aunque no ajenos a contradicciones internas, de cara a la disputa contra proyectos políticos representantes del status quo neoliberal.

Introducción 

El pasado domingo 19 de junio, Colombia decidió el rumbo del país para los próximos cuatro años. Sus ciudadanos acudieron a elegir quién sucederá a Iván Duque, en un panorama electoral muy ajustado, y luego de tres semanas intensas de campaña para definir al ganador en segunda vuelta. Con la histórica victoria de Gustavo Petro y Francia Márquez, Colombia tendrá un gobierno de izquierda por primera vez en su historia. 

Como señalamos en nuestro análisis electoral previo, Colombia definiría su destino en un contexto social de fuerte cuestionamiento al actual sistema político que es dominado por la derecha desde hace décadas. En la primera vuelta, se impuso el candidato de la coalición de izquierda Pacto Histórico Gustavo Petro, con el 40,32 % de los votos. Sin embargo, la sorpresa fue Rodolfo Hernández, quien logró colarse en el ballotage gracias al 28,15% de votos obtenidos1. Esto dio cuenta del fracaso de los partidos políticos tradicionales para canalizar las demandas de una sociedad atravesada por la pobreza y la desigualdad, y desgarrada por la violencia.

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia2

En el gráfico 1, se consignan los resultados de la primera vuelta. Como ninguno de los candidatos obtuvo el mínimo requerido constitucionalmente de el 50% más un voto, quienes salieron primero (Petro) y segundo (Hernández), accedieron a la segunda vuelta del 19 de junio.

En este sentido, la campaña giró en torno a las propuestas para conducir el cambio que Colombia reclama, desde dos perfiles totalmente opuestos. Hernández, con un discurso antipolítica, similar a las  derechas radicalizadas incipientes en la región; y por otro lado, Petro quien presentó un perfil más dialoguista, acompañado de un programa progresista. 

Resultados de la segunda vuelta. La consagración del Pacto Histórico

El Pacto Histórico se convirtió en el primer espacio político de izquierda en vencer en elecciones en Colombia, un país tradicionalmente gobernado por partidos de derecha, cercanos a las élites económicas.

A continuación, en el Gráfico 2, los resultados finales de la segunda vuelta:

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia3

Gustavo Petro y Francia Márquez obtuvieron 11.281.013 votos, cifra equivalente al 50,44% de los votos válidamente emitidos, imponiéndose por sobre Hernández y Castillo, que obtuvieron 10.580.412 votos, lo que representa el 47,31%. Un 2,24% de los votantes, 501.987 personas, votaron en blanco.

Fuente: Elaboración propia a partir de Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia

En el gráfico 3 se observa que no hubo variaciones relevantes en cuanto al porcentaje de personas que optaron por votar en blanco. Inclusive, en los últimos 20 años se han registrado elecciones con cifras mayores de voto en blanco en cuatro ocasiones. Por lo cual, se infiere que ambas propuestas tuvieron eco en la sociedad, y que aún los votantes de partidos tradicionales se inclinaron por una u otra opción. El descontento social, que se observa en las calles desde 2019, habría sido canalizado a través de las candidaturas de Petro y de Hernández. 

A continuación, presentamos un gráfico con la evolución de la participación electoral en elecciones presidenciales en Colombia entre 1994 y 2022. Elegimos 1994 porque fue la primera en la que se introdujo la segunda vuelta (posterior a la reforma constitucional de 1991). Se incluye únicamente la participación, entendiendo que el porcentaje faltante representa a quienes se abstuvieron de participar en los comicios. 

Fuente: Elaboración propia a partir de la Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia.

Como se desprende del Gráfico 4, la participación en Colombia tiende a ser baja a lo largo de toda la serie. En años recientes, se estabilizó en torno al 54%. Pero en esta segunda vuelta, sea por el nivel de polarización de la campaña, o por que una mayoría de la ciudadanía se sintió interpelada a participar, se tuvo el segundo registro más alto de toda la serie, después de la segunda vuelta de 1998.

Si el descontento ciudadano manifestado en las protestas sociales del período 2019-2021 no hubiera tenido respuesta en ninguna de las propuestas electorales, se podría haber esperado mayores niveles de abstencionismo.

Además, Petro logró la victoria en 17 de las 33 circunscripciones departamentales, mientras que Hernández, fue el candidato con mayor cantidad de votos en 16 de los 33 departamentos5. En el siguiente mapa se detalla qué fuerza política se impuso en cada departamento en la segunda vuelta: 

Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia.

En el mapa se observa, en anaranjado, aquellos departamentos en los que venció el Pacto Histórico, y en amarillo, aquellos en los cuales se impuso la Liga de Gobernantes Anticorrupción. Esto puede contrastarse con el siguiente mapa correspondiente a los resultados de primera vuelta:

Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia.

Con el diferencial de que en el segundo mapa se observan, en violeta, los lugares en los que había triunfado el candidato de la derecha tradicional, Federico Gutiérrez, se puede detectar que: a) Rodolfo Hernández logró arrebatar a Petro dos departamentos respecto a la primera vuelta (Quindío y Risaralda), pero luego ambos sostuvieron las tendencias en los departamentos donde había triunfado cada uno; b) Hernández triunfó en Antioquía, bastión conservador y base electoral del uribismo y segundo departamento en cuanto a población, y en los votos emitidos en el exterior, que habían los únicos favorables a Gutiérrez; c) Hernández se hizo fuerte principalmente en la región central del país, así como en los departamentos que se ubican en la parte oriental. Petro, por su parte, tuvo su epicentro de votos en Bogotá D.C., pero volvió a imponerse en las regiones Caribe, en el Sur y en la región Atlántica.

Por otro lado, si se observan los resultados provistos por la Registraduría, Petro se impuso en seis de los diez principales distritos según peso electoral (empezando por el más poblado, Bogotá D.C.; Valle, Atlántico, Bolívar, Nariño y Córdoba), mientras que Hernández lo hizo en cuatro de ellos (Antioquía, Cundinamarca, Santander y Norte de Santander). En ambos casos, salvo en Cundinamarca, el vencedor lo hizo por amplios márgenes, superiores a los 10 puntos porcentuales.

Si se prestan atención los diez departamentos en términos económicos, el resultado se divide con cinco por el lado de Petro (Bogotá D.C.; Valle, Atlántico, Bolívar, Nariño) y cinco para Hernández (Antioquía, Cundinamarca, Santander, Norte de Santander, Boyacá).

¿Quién es el próximo presidente de Colombia? 

Gustavo Petro, quien en su pasado integró el frente político de la guerrilla urbana conocida como Movimiento 19 de abril, primer grupo armado que se desmovilizó tras un acuerdo de paz en 1991, es un político de gran trayectoria. Ha sido electo como concejal, asambleísta constituyente, representante en la Cámara de Representantes, alcalde de Bogotá, y senador nacional en varias oportunidades. Petro también ha sido un ferviente opositor al ex presidente Álvaro Uribe, lo cual lo llevaría a disputar la presidencia en las elecciones de 2010, luego en 2018, y a consagrarse victorioso en 2022, tras la formación de la coalición Pacto Histórico.

Su programa de gobierno se destaca en puntos centrales para la construcción de una nueva Colombia, como por ejemplo6

  • Salud pública gratuita para todos y todas sin excepción, el Estado financiará la red hospitalaria pública y contratará a la privada. Se garantizará el acceso a medicamentos a un costo justo y el fortalecimiento de las medicinas populares, alternativas y tradicionales indígenas y afrodescendientes. Además, se propone crear un fondo público de pensiones que compita en igualdad de condiciones con los fondos privados y se establece que no se ampliará la edad jubilatoria. 
  • Educación pública universal, gratuita y de calidad: Aumento del presupuesto educativo para ampliar y modernizar la infraestructura, redes y tecnología. 
  • Una economía productiva para la vida: El trabajo será generador de riqueza. Condiciones dignas de remuneración, estabilidad, seguridad social y calidad. Creación de un banco público de economía popular, que dé crédito a hombres y mujeres que fueron rechazados por los bancos. Se buscará la recuperación de 15 millones de hectáreas improductivas para destinarlas a la agricultura campesina y la apertura de mercados para la venta de los productos.
  • Reindustrialización de sectores estratégicos (industrias de metalmecánica, textil e informática), fomento del desarrollo científico y tecnológico, incentivo a la producción y el consumo nacional. 
  • Por último, se proyecta una transición energética del carbón y el petróleo a las energías limpias (solar, eólica, geotérmica, etc) de forma pública y privada. Y prohibición de fracking (fracturación hidráulica de gas y petróleo) y la minería a cielo abierto.

Los desafíos para un gobierno de izquierda en un país con tradición de derecha

Los principales desafíos que deberá enfrentar el gobierno de Pacto Histórico se pueden dividir en cuatro vertientes de análisis: por un lado la relación con las Fuerzas Armadas de Colombia, por otro lado la relación que se entablará con el establishment empresarial, y en tercer lugar la convivencia política en un Congreso sin mayoría propia. Por último, la necesidad de articular demandas para descomprimir el descontento social, como también la construcción de la paz colombiana.Sobre el primer punto, recordemos que tanto las Fuerzas Armadas como la policía colombiana son actores de poder en el país, y han tenido una larga y estrecha relación de dependencia y alineamiento con EE.UU7. Ello, aún cuando están cuestionadas por graves hechos de violación de Derechos Humanos, en casos como “los falsos positivos” (asesinatos de civiles de sectores populares que son escenificados como enfrentamientos con guerrillas)8, o como la construcción de espacios destinados a la represión civil, entre ellos, el ESMAD9, y por corrupción. En este sentido, Petro ha propuesto un plan para reducir los recursos que hoy Colombia destina a sus FF.AA. Cabe notar que se trata del segundo país con mayor inversión en Defensa de América Latina, que ronda el 12% del presupuesto anual10, por lo que no suena imprudente desfinanciar su poder. También se propuso la disminución de las tropas, la suspensión de operaciones militares ofensivas contra la guerrilla y un plan de reestructuración de la Policía Nacional para ponerla bajo las órdenes del Ministerio del Interior o de Justicia. Pero, y sobre todo, propone un cambio inmediato de la cúpula del Ejército y de la Policía para garantizar la subordinación y el respeto al orden constitucional. Petro sostiene que uno de los principales pasos para contribuir a la paz es terminar con la idea del enemigo interno, que ha conducido a la violación de Derechos Humanos durante décadas, según sus propias palabras11. Ante las propuestas del futuro presidente, que tienen como objetivo disminuir el poder de las fuerzas militares y policiales, varios sectores han amenazado con sublevarse. Es por ello que Petro también ha prometido mejores condiciones de vida para la fuerza pública, mejores salarios, acceso a la vivienda, entre otros, para suavizar las relaciones y atraer adeptos. Hasta el momento, los focos están puestos en cómo será la relación de estos dos actores una vez asumido el gobierno.

La segunda cuestión entre los desafíos de gobierno es la futura relación con el empresariado colombiano, sector que ha acusado al futuro presidente de promover un “socialismo fallido”12. En este sentido, Petro ha matizado su mensaje en pos de llevar tranquilidad a los mercados “nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia” sentenció en su discurso de victoria. Considerando que Colombia es un país con tradición de derecha, con una política exterior históricamente alineada a Estados Unidos, y con una oposición que acusa constantemente de comunista al futuro gobierno, resultará de gran importancia el lazo que logre establecer Petro con los sectores económicos del país.

El tercer factor desafiante es la convivencia política en un Congreso sin una mayoría oficialista. Estos últimos días, el Partido Liberal y Alianza Verde han expresado recientemente su apoyo al futuro gobierno de Petro, de esta manera Pacto Histórico contará con mayoría simple en el Congreso13. Tengamos en cuenta que, pese a que el Pacto Histórico obtuvo una cantidad de bancas sin precedentes para una fuerza de izquierda en las elecciones legislativas de marzo, no eran suficientes para ser mayoría. El Congreso, se convierte en este contexto en un escenario vital de cara a la agenda de políticas de gobierno progresistas. El paquete de reformas que Petro busque impulsar puede verse frenado ante un bloqueo legislativo. Sabemos que cualquier gobierno requiere de una mayoría parlamentaria para poder llevar a cabo su programa de manera óptima, es por ello que desde la coalición ganadora se está trabajando para construirla, tendiendo invitación a partidos que quieran acompañar el programa de gobierno. En Colombia, los partidos deben definir, antes del 7 de septiembre, si son de oposición, independientes, o de gobierno. Con las recientes declaraciones del Partido Liberal, y del Partido Alianza Verde, el escenario en el Senado sería el siguiente:

Como se observa, el Pacto Histórico, no tiene mayoría. Pero los apoyos de las bancadas de los pueblos originarios (MAIS; AICO), del Partido de los Comunes, y del Partido Liberal y de Alianza Verde, lo dejarían en 54 votos, sobre 108 totales14. Además, Cambio Radical, Colombia Justa Libres-MIRA y LIGA seguramente sean independientes, mientras que Centro Democrático, el Partido Conservador y Partido de la U seguramente sean los sectores que se opongan a la agenda de reformas. Este escenario se observa de manera similar en la Cámara de Representantes:

En este caso se suman además la existencia de espacios políticos de partidos regionales, y las organizaciones de víctimas de las Circunscripciones Transitorias Especiales. Estimaciones recientes sitúan los apoyos del Pacto Histórico en 95 bancas, sobre 187 totales.

En cualquier caso, el Pacto Histórico deberá afrontar un escenario donde deberá negociar reforma a reforma en el Congreso, en cualquiera de las cámaras. Esto marcará una dependencia respecto a espacios como el Partido Liberal (partido tradicional, que apoyó al derechista Federico Gutiérrez en primera vuelta, y a Hernández en segunda) o Alianza Verde, para lograr impulsar los cambios profundos que la sociedad colombiana ha reclamado en las urnas.

Recordemos, por último, que Colombia se caracteriza por un gran conflicto permanente con las guerrillas y grupos paramilitares ligados al narcotráfico. En este sentido, uno de los mayores retos para Gustavo Petro será su relación con las mismas para garantizar la paz. El gobierno deberá reforzar y hacer cumplir el acuerdo de paz firmado en 2016 con la FARC-EP, y construir vías de comunicación con la guerrilla conocida como Ejército de Liberación Nacional (ELN). En este sentido el ELN ha expresado su disposición para retomar el diálogo por la paz una vez asumido el nuevo gobierno15

Por último, pero no menos importante, el gobierno de Petro tiene la enorme tarea de garantizar una transición con el actual gobierno de Iván Duque de manera ordenada, en el marco de la convivencia democrática. El futuro presidente ha prometido garantizar un “Gran Acuerdo Nacional” a partir de los consensos. Este será el primer paso necesario para restaurar un orden democrático de cara a una ciudadanía que hace años busca un cambio de rumbo para Colombia. 

Reflexiones finales. La importancia de la construcción política en una nueva oleada progresista en la región

América Latina ingresó al siglo XXI atravesada por una profunda crisis económica, política y social, producto de las políticas regresivas y subordinantes del neoliberalismo, modelo predominante en occidente tras la caída del muro de Berlín. Oleadas progresistas y contra oleadas conservadoras parecen marcar el ritmo político en la región.

La primera década de este siglo, se caracterizó por la emergencia de numerosos movimientos populares, muchos de los cuales accedieron al gobierno promoviendo una agenda de políticas redistributivas, así como la aparición de espacios comunes en términos regionales, que mejoraron los canales de cooperación. Colombia permaneció inmune a esa oleada, e inclusive bajo los gobiernos de Álvaro Uribe, profundizó su orientación neoliberal subordinada a los EE.UU.En la segunda década del siglo, las alianzas que habían funcionado como sustento social y político de los gobiernos populares en la región empezaron a resquebrajarse. Esto dio lugar a una oleada de gobiernos de derecha, caracterizada por el retorno de gobiernos neoliberales en toda la región. Esta vez con discursos más radicalizados, menos pluralistas, más violentos16. Sin embargo, este modelo no tardó en mostrar sus propios límites, desatando crisis políticas y sociales en algunos países de la región, con la pandemia como factor potenciador de este malestar.

Mientras algunos gobiernos neoliberales habían sido derrotados en las urnas, otros tambaleaban ante enormes manifestaciones populares. Colombia, gobernada por Duque, heredero de Uribe, es un ejemplo manifiesto de este contexto.

Mientras se hace patente la insatisfacción ciudadana con la política en la región (pero también en todo el mundo), se empiezan a avizorar algunos elementos, como la crisis de los partidos políticos tradicionales, que se ven relegados a un segundo plano. En Colombia es una tendencia que lleva ya dos décadas, pero al largo declive del Partido Conservador y del Partido Liberal, recientemente le ha seguido el de los espacios políticos que han sido protagonistas de la década uribista, el Partido de la U y el Centro Democrático, que han caído también en desgracia.

Ante esta situación se han abierto dos respuestas políticas recurrentes en la región, que terminan representando tanto a las oleadas de gobierno populares como a la contra oleada reaccionaria. Por un lado, surgen candidatos outsiders, o que dicen serlo. Difíciles de encasillar ideológicamente, al punto que la pereza analítica suele recurrir al término “populistas”, se presentan por fuera de los partidos tradicionales (aunque con pasado en alguno de ellos), tienden a apelar a discursos “antipolítica” o “antiestablishment” (“anticasta” en su vertiente argentina), pero no suelen ser realmente ningún tipo de amenaza al statu quo, por el contrario, suelen ser la continuidad del mismo, en algunos casos apelando a discursos y políticas conservadoras, xenófobas, misóginas. Por derecha, Bolsonaro, Bukele, Kast, Camacho y Manini Ríos son ejemplos de esta vertiente, en todos los casos con claros tintes autoritarios. Por izquierda, el caso más paradigmático ha sido el de Castillo en Perú. Hernández ha sido un claro ejemplo de esta salida a la crisis de insatisfacción, también por derecha -reaccionaria-. El verdadero peligro que representan estos candidatos es que, aunque en muchos casos no tengan chances de ganar las elecciones, tienden a radicalizar los discursos de los partidos tradicionales. 

La otra salida, la que forma parte de la nueva oleada de gobiernos populares en la región, supone la construcción de nuevas organizaciones de carácter amplio y diverso, donde se conforman frentes unificados de los sectores populares en convivencia con sectores del establishment empresarial o político. De esta manera, se busca ampliar la base de representación. Para ello, se hace clave la conjugación de capacidad organizativa a nivel político y social, así como la existencia de liderazgos claros. Esta ha sido la opción que ha tomado el campo popular a nivel regional. La victoria de AMLO en México, el retorno del MAS al gobierno en Bolivia, el Frente de Todos en Argentina, y la incipiente construcción política que llevará a Lula como candidato en Brasil son ejemplos de este tipo de respuesta a la insatisfacción, no exentas de contradicciones. Gustavo Petro ha construido un apoyo creciente, tanto a nivel social como a nivel de alianzas de partidos, conformando un novedoso frente que lleva a la izquierda al gobierno por primera vez en la historia. 

Es claro que el futuro gobierno colombiano tendrá múltiples desafíos, como lo tienen todos aquellos frentes populares. El principal será cumplir aquello que sus bases de sustento le reclaman: ser transformador, desestructurar una sociedad gobernada históricamente por la derecha, caracterizada por ser desigual y de múltiples conflictos internos. 

El resultado electoral en Colombia integra al país en un contexto regional de recientes victorias para gobiernos progresistas, resalta también que los sectores populares tienen aún capacidad para construir espacios de resistencia al neoliberalismo, sin que aquello signifique un giro hacia las derechas radicalizadas. La esperanza de una América Latina fuerte e integrada vuelve a tomar fuerza, ahora con países que prometen sumarse a esta nueva oleada, como Chile, Perú o Colombia. El desafío es enorme: superar los límites de las décadas pasadas, y potenciar las esperanzas de un porvenir que deje atrás cualquier intento restaurador del orden neoliberal por parte de las derechas. El futuro, tanto para Colombia como para la región está en disputa, pero hay una certeza resonando fuerte desde el primer estallido social en 2019, a la victoria de Petro dos años después: tanto en las calles como en las urnas, la respuesta siempre es colectiva, y es política.

1Datos de la Registraduría Nacional Del Estado de Colombia. https://resultadosprecpresidente1v.registraduria.gov.co/presidente/0/colombia (Consultados el día 11/06/22)

2Datos de la Registraduría Nacional Del Estado de Colombia. https://resultadosprecpresidente1v.registraduria.gov.co/presidente/0/colombia (Consultados el día 11/06/22)

3Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia. Resultados del pre-conteo, consultados al 24/06/2022 https://resultados.registraduria.gov.co/presidente/0/colombia

4Amazonas, Atlántico, Bogotá D.C., Bolívar, Cauca, César, Choco, Córdoba, Guainía, La Guajira, Magdalena, Nariño, Putumayo, San Andrés, Sucre, Valle y Vaupés.

5Antioquía, Arauca, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cundinamarca, Guaviare, Huila, Meta, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander, Tolima y Vichada. Además, se impuso en el conteo de la mayoría de los votos emitidos en el exterior (Consulados).

6Programa de gobierno de Gustavo Petro en https://gustavopetro.co/programa-de-gobierno/ 

7Ámbito. “El Plan de Reforma de Petro Causa Temores en los Cuarteles del Ejército y la Policía” en https://www.ambito.com/mundo/colombia/el-plan-reformas-petro-causa-temores-los-cuarteles-del-ejercito-y-la-policia-n5463440

8BBC.“Falsos Positivos en Colombia. Los Miles de Civiles que Fueron Asesinados por el Ejército” en https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56119174 

9BBC. “Protestas en Colombia: qué es el Esmad, el cuestionado escuadrón antidisturbios señalado por las muertes de manifestantes en ese país” En https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56910574 

10BBC. “Protestas en Colombia: qué es el Esmad, el cuestionado escuadrón antidisturbios señalado por las muertes de manifestantes en ese país” En https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56910574 

11El País. Entrevista a Gustavo Petro. En https://elpais.com/america-colombia/elecciones-presidenciales/2022-06-14/gustavo-petro-tenemos-la-certeza-de-que-no-hay-neutralidad-en-la-registraduria-en-estas-elecciones.html?event_log=go 

12Página 12. “Desafíos de Petro: Militares, empresarios, conflicto armado y una Colombia fracturada” en https://www.pagina12.com.ar/430794-desafios-de-petro-militares-empresarios-conflicto-armado-y-u 

13El Espectador. “Partido Liberal sería partido de coalición en el gobierno de Petro”. En https://www.elespectador.com/politica/partido-liberal-seria-partido-de-coalicion-en-el-gobierno-petro/ 

14El País, “Con la unión del liberalismo, Gustavo Petro ya logra tener mayoría en el Congreso”, 23/06/2022 https://www.elpais.com.co/politica/con-la-union-del-liberalismo-gustavo-petro-ya-logra-tener-mayoria-en-el-congreso.html

15Telam. “Los desafíos del próximo gobierno de Petro para garantizar la paz”. En https://www.telam.com.ar/notas/202206/596203-los-desafios-petro-colombia.html

16El Diplo. “Entrevista a Álvaro García Linera”. En https://www.eldiplo.org/notas-web/hoy-el-neoliberalismo-es-el-defensor-de-un-mundo-en-retroceso-no-un-constructor-de-futuro/

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