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Intereses geopolíticos contrapuestos en el proceso electoral libio

Autor: Salvador Scarpino

Luego del alto al fuego logrado en noviembre de 2020 entre las diversas facciones en disputa, el próximo 24 de diciembre, habrá elecciones en Libia, bajo el auspicio de la Organización de Naciones Unidas (ONU)[1].  En este país convergen una multiplicidad de intereses geopolíticos, geoeconómicos y geoestratégicos que tornan al área altamente inestable. Distintas potencias regionales proyectan su poder en el norte de África, desde Rusia y Turquía, hasta las monarquías del Golfo Pérsico.

En el aspecto político, desde la “Primavera Árabe”, por un lado encontramos a Estados como Turquía y Qatar apoyando al  activismo islámico y  la organización “Hermanos Musulmanes”. En contraposición, se encuentran las monarquías del Golfo como Arabia Saudita, Bahrein y Emiratos Árabes Unidos, que  ven como una amenaza cualquier tipo de activismo político. Precisamente, dichas monarquías, en conjunto con Egipto, restablecieron este año relaciones diplomáticas con Qatar, luego de la ruptura e imposición de un bloqueo económico en 2017, cuando acusaron a este último de cooperar con la República Islámica de Irán.[2]

En el aspecto económico, encontramos disputas en torno al transporte y abastecimiento hidrocarburífero al mercado europeo. En este sentido, Turquía cumple un rol estratégico, luego de haber negociado en los últimos años el Turkstream con Rusia[3] y el Trans-Anatolian Gas Pipeline (TANAP) con Azerbaiyán[4]. Sin embargo, la ubicación geográfica de Libia amenaza la preeminencia turca en el acceso al mercado energético europeo. A su vez, la injerencia de la petrolera francesa Total y la italiana ENI[5] agregan mayores aristas a tener en cuenta al momento de hacer un análisis[6].

Por su parte, la aparición de elementos extremistas islámicos y la crisis migratoria también contribuyen a generar inestabilidad regional y desnudan las contradicciones al interior de la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Basta con mencionar el apoyo a bandos contrarios en Libia por parte de Italia y Francia (miembros de la Unión Europea y de la OTAN) o las protestas de Grecia ante Turquía (miembros de la OTAN) por el acuerdo entre Ankara y el Gobierno de Acuerdo Nacional libio[7], en 2019. Estos factores, entre otros, plantean profundos interrogantes a la hora de pensar el sentido y el alcance de las elecciones en ciernes.

Un poco de contexto

El continente africano ha despertado interés en los países de Asia Occidental desde los años ‘70. Sin embargo, la crisis financiera internacional de 2008  fue el momento en el cual países como Turquía, Arabia Saudita (AS), Emiratos Árabes Unidos (EAU) o Qatar buscaron diversificar sus economías; reducir su dependencia en hidrocarburos; obtener mayor seguridad alimentaria e invertir en el agro africano. De esta manera, comenzaron a proyectar poder en la región.[8] Desde la llegada del “Partido de la Justicia y el Desarrollo” (abreviado como AKP o AK Parti en turco) al gobierno en Turquía en 2002, las embajadas de aquel país en África se incrementaron de 12 a 41. Por su parte, Qatar inauguró 11 legaciones nuevas entre 2013 y 2015; AS 9; y EAU 6.[9]

Al mismo tiempo, el creciente interés de la diplomacia estadounidense durante la Administración Obama (2009-2017) en la región del Indo-Pacífico, en detrimento del mundo árabe, incentivó la aproximación de estos últimos con el continente africano. La iniciativa de Obama de negociar el acuerdo nuclear con Irán y su firma en 2015; sus esfuerzos en la región de Asia/Pacífico por contener a China y las intenciones para limitar gradualmente el número de tropas en Irak fueron percibidos por los países del Gulf Cooperation Council (GCC)[10] como una retirada de Estados Unidos en la región.[11] A su vez, las monarquías del Golfo encontraron la oportunidad de ejecutar una política exterior más asertiva a través de las oleadas de protestas en 2011, conocidas como “Primavera Árabe”, que terminaron con algunos gobiernos enquistados en el poder desde hacía décadas.

De esta manera, las monarquías del Golfo Pérsico intervinieron en Siria, Libia y en Yemen, de la misma manera que otras potencias euroasiáticas como Turquía y Rusia. A veces de forma indirecta y otras directa, tal como lo hizo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cuando apoyó a la oposición libia, logrando derrocar a Muammar Gaddafi ese mismo año (2011).

Eastern Mediterranean Gas Forum vs Trans-Anatolian Gas Pipeline

[12]

Además de poseer la mayor reserva petrolera del continente y ocupar el puesto 9 a nivel mundial,[13] Libia posee una ubicación geográfica estratégica. Dispone de acceso directo al corazón del Mediterráneo y al mismo tiempo se posiciona como puerta de entrada al África sub-sahariana. En este sentido, el Gobierno del Acuerdo Nacional (GAN), reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Trípoli, cuenta con el respaldo de Turquía y Qatar. Ankara firmó un Memorándum de Entendimiento con el GAN en 2019,[14] en el cual ambas naciones delimitan sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) y se declara el apoyo naval turco al gobierno libio, entre otras. La fijación de límites colisiona con las ZEE de Grecia y Chipre, este último con conflictos secesionistas de larga data en la parte norte de su archipiélago (turco-chipriota).

La suscripción del acuerdo generó la inmediata protesta de Atenas, que buscaba involucrar a la OTAN (organización de  la cual tanto Grecia como Turquía son miembros) y a la Unión Europea (UE) en el asunto. Además, el accionar de Ankara buscaba obstaculizar al Eastern Mediterranean Gas Forum (compuesto por Francia, Grecia, Egipto, Chipre, Jordania, Israel, Palestina e Italia) en favor del Trans-Anatolian Gas Pipeline, en una clara disputa geoeconómica por los principales corredores energéticos que abastecen el mercado europeo.[15]

Por otro lado, la ciudad de Tobruk es la sede del “House of Representatives” (HoR), que cuenta con el apoyo del General Khalifa Haftar, líder del Libyan National Army (LNA). Haftar irrumpe en la crisis libia en 2014 con el objetivo de combatir el extremismo islámico, que ya controlaba la ciudad de Benghazi (Estado Islámico). Inmediatamente obtuvo el apoyo de Francia,[16] cuya principal amenaza de seguridad nacional es el terrorismo, luego de los antentados de París en 2015. También logró el apoyo de Rusia, quien lo considera el “hombre fuerte” capaz de estabilizar el país.[17] La postura francesa generó protestas por parte del gobierno italiano[18], país que sufre el mayor influjo de migrantes producto del conflicto. Es decir, el conflicto libio desnuda las contradicciones al interior de la OTAN y la UE (Francia vs. Italia o Grecia vs. Turquía) y configura un terreno fértil para la radicalización islámica en conjunto con cientos de miles de refugiados obligados a migrar.

Proyecciones de poder y choque de intereses

El conflicto libio, a su vez, es el terreno donde se proyectan los intereses de diversos ejes regionales. En el marco de las revueltas árabes de 2011, Turquía y Qatar adoptaron una postura favorable a los rebeldes. Por el otro lado, monarquías del Golfo Pérsico, como las de AS y EAU, vieron amenazada su posición de privilegio y buscaron apagar cualquier foco revolucionario en la región. Turquía y Qatar apoyan abiertamente el activismo político islámico y la organización “Hermanos Musulmanes”, mientras que ésta última  es considerada una agrupación terrorista en Egipto, Rusia, AS y EAU.[19]

De esta manera, quedan configurados los apoyos externos a las diferentes facciones en Libia. Las potencias en contra del “islam político” y de los postulados de los “Hermanos Musulmanes” apoyan al Gral. Haftar y su Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés). Por otro lado, Turquía y Qatar asumen el rol de potencias “revisionistas” y apoyan al GAN, un frente muy heterogéneo en donde se pueden encontrar elementos islámicos entre sus filas.

Como consecuencia, el alto al fuego logrado en noviembre de 2020 por la enviada especial de la ONU, Stephanie Williams, es precario.[20] Es difícil determinar el grado de aceptación de los procesos de paz y las elecciones  ejecutados en simultáneo cuando existen intereses diametralmente opuestos y además, apoyo político, militar y financiero externo. Hay al menos una decena de candidatos, muchos de ellos líderes de milicias con control directo de facto sobre el territorio a través de las armas.

A su vez, el anuncio de participación en la contienda electoral por parte de Saif Gaddafi genera mayores niveles de polarización. Captaría alrededor del 22% de los votos, principalmente de un sector social nostálgico con la estabilidad previa al derrocamiento de su padre.[21] Una eventual victoria de Gaddafi no sería aceptada por el GAN. A su vez, Haftar, el “hombre fuerte” del Este, anunció que si no gana las elecciones, retomará las armas. De esta manera, el escenario presenta rasgos de incremento de la inestabilidad en el corto y mediano plazo. Como podemos observar, el proceso electoral carece de legitimidad en una sociedad no acostumbrada a la competencia al estilo occidental. A su vez, dicho proceso, se torna más caótico aún con la intervención de poderes foráneos que sólo buscan proyectar sus intereses en un marco de reconfiguración geopolítica global.


[1]Libyan Sides Agree Plan  on Implementing  Ceasefire Deal”. (04/11/2020). Recuperado de: https://news.un.org/en/story/2020/11/1076852

[2] Ramani, S. (27/01/2021). “The Qatar Blockade Is Over, but the Gulf Crisis Lives On”. Foreign Policy. Recuperado de: foreignpolicy.com/2021/01/27/qatar-blockade-gcc-divisions-turkey-libya-palestine/

[3] Kazancioglu,C. (05/05/2021). “Turkish Firms Start Talks with Gazprom to Land New Gas Agreement”. Daily Sabah. Recuperado de: https://www.dailysabah.com/business/energy/turkish-firms-start-talks-with-gazprom-to-land-new-gas-agreement

[4] “Trans Anatolian Gas Pipeline (TANAP)”. Recuperado de: https://www.hydrocarbons-technology.com/projects/trans-anatolian-natural-gas-pipeline-project-tanap/

[5] Ente Nazionale Idrocarburi

[6] El Wardany, S. Mohareb, H. (22/11/2021). “Total and Eni Ready Billion-Dollar Energy Projects in Libya”. Bloomberg. Recuperado de: https://www.bloomberg.com/news/articles/2021-11-22/total-eni-eye-billion-dollar-oil-gas-solar-projects-in-libya

[7]Greece to Expel Libyan Ambassador Over Turkey-Libya Accord”. (06/12/2019). Al Jazeera. Recuperado de: https://www.aljazeera.com/news/2019/12/6/greece-to-expel-libyan-ambassador-over-turkey-libya-accord

[8] Donelli, F. (Junio 2020).  “Determinants of Middle East states involvement in the Horn of Africa”. Università degli Studi di Genova. Recuperado de: https://www.researchgate.net/publication/342353082_Determinants_of_Middle_East_states_involvement_in_the_Horn_of_Africa

[9] Erzosoglu, E. (15.04.2021). “Turkey and North Africa: An intricate Network of Trade and Tension”. Grey Dynamics. Recuperado de: Turkey and North Africa: An Intricate Network of Trade and Tension (greydynamics.com)

[10] El Consejo de Cooperación del Golfo es una unión económica y política entre las 6 monarquías de la región: Arabia Saudita, Omán, Bahrein, Qatar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. Fue fundada en 1981.

[11] Baloi, A. (15.04.2021). “Libyan Civil War: Qatar Involvement”. Grey Dynamics. Recuperado de: https://www.greydynamics.com/libyan-civil-war-qatar-involvement/

[12]Natural Gas Cooperation in the Eastern Med”. (22.11.2019). Geopolitical Futures. Recuperado de: https://geopoliticalfutures.com/natural-gas-cooperation-in-the-eastern-med/

[13] Worldometer. (2016). Recuperado de: https://www.worldometers.info/oil/libya-oil/

[14] Butler, D. (28.11.2019). “Turkey Signs Maritime Boundaries Deal with Libya Amid Exploration Row”. Reuters. Recuperado de: https://www.reuters.com/article/us-turkey-libya-idUSKBN1Y213I

[15] Shaffer, B. (15.01.2020). “Turkey’s Westward Energy Shift”. Middle East Institute. Recuperado de: https://www.mei.edu/publications/turkeys-westward-energy-shift

[16] Gillon, J. (20.03.2020). “France-Libya: Marshal Haftar, the controversial friend of the Élysée”. The Africa Report. Recuperado de: theafricareport.com/24823/france-libya-marshal-haftar-the-controversial-friend-of-the-elysee/

[17] Dalaa, M. (30.07.2020). “¿Quién está en conflicto con quien en Libia?”. Agencia Anadolu. Recuperado de: https://www.aa.com.tr/es/mundo/-qui%C3%A9n-est%C3%A1-en-conflicto-con-qui%C3%A9n-en-libia/1926793

[18]Italy Accuses France of Blocking Libyan Peace Due to Economic Interest”. (23/01/2019). TRT World. Recuperado de: trtworld.com/europe/italy-accuses-france-of-blocking-libyan-peace-due-to-economic-interests-23557

[19] Hellem, F. (15.04.2021). “Muslim Brotherhood: A Tug-Of-War In Africa”. Grey Dynamics. Recuperado de: https://www.greydynamics.com/a-middle-eastern-tug-of-war-in-africa-2/

[20]Libyan sides agree plan on implementing ceasefire deal”. (4.11.2021). United Nation. Recuperado de: https://news.un.org/en/story/2020/11/1076852

[21] Saleh, H. (14.11.2021). “Muammer Gaddafi’s son register for Libyan presidential elections”. Financial Times. Recuperado de: https://www.ft.com/content/c4d46413-953d-45f8-9df3-38c929966b40

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