No es que en la Argentina falten dólares, sino que esas divisas son generadas por residentes en el país, producto de ganancias obtenidas sin declarar los tributos correspondientes, y son remitidos a guaridas fiscales del exterior.
*nota de Juan Pablo Futten publicada originalmente en el portal Ámbito
En marzo de 2022 publicamos un artículo similar al presente en el que, a consecuencia del informe del INDEC sobre la posición de inversión internacional con datos al cuarto trimestre de 2021, advertimos que existían unos 360.000 millones de activos financieros en el exterior, cuantiosa suma de dinero que el fisco dejaba de recaudar por los tributos evadidos y no ingresados.
En esta oportunidad actualizaremos los datos en relación al nuevo informe del INDEC “Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa” al primer trimestre de 2023 de fecha 29/06/2023.
Lamentablemente los números que volcamos en el informe anterior, han aumentado y nos muestran que el valor de marzo de 2022, de 360.000 millones de dólares, ahora asciende a 371.000 millones al primer trimestre de 2023; es decir, unos 11.000 millones de dólares más.
Por lo tanto, no es que en la Argentina falten dólares, sino que los mismos son generados por residentes en nuestro país, producto de ganancias obtenidas sin declarar los tributos correspondientes y remitidos a guaridas fiscales a través de maniobras fraudulentas, para ocultar el verdadero beneficiario.
Los activos en el exterior declarados por los residentes argentinos
Ante el fisco nacional, según los datos de las últimas declaraciones juradas del impuesto sobre los bienes personales disponible, los activos declarados por los residentes argentinos en el exterior arrojan los datos que a continuación se exponen. Recordemos que de acuerdo a lo que exige la normativa del impuesto sobre los bienes personales, se deben declarar tanto en el país como en el exterior los bienes que poseen los residentes argentinos al 31 de diciembre de cada año.
En números de recaudación
La diferencia entre lo consignado por el INDEC y lo efectivamente declarado por los contribuyentes ante AFIP asciende a 301.000 millones de dólares.
Con lo cual esos fondos o activos por 301.000 millones de dólares no se encuentran declarados ante el fisco local, lo que implica que existe una evasión fiscal y un tributo dejado de ingresar a las arcas del estado.
En esta oportunidad solo tomaremos los impuestos directos que esos fondos han dejado de pagar en nuestro país; porque se aclara que, aunque se encontraren en el exterior, sin duda son bienes o activos que estuvieron en la opacidad y no han sido declarados por los sujetos correspondientes; por ende, no han tributado ni el impuesto a las ganancias ni sobre los bienes personales.
Si cuantificamos los impuestos evadidos por esos activos ocultos o sin declarar el monto asciende a los 130.000 millones de dólares. Ello sin contemplar los recargos resarcitorios y las multas; e incluso la pena de prisión por superar los umbrales de la ley penal tributaria.
En términos de la recaudación anual, esa suma representaría un 80% del total recaudado por la AFIP si proyectamos en dólares la recaudación actual.
Cabe aclarar que los tributos evadidos solo abarcan el impuesto a las ganancias y sobre los bienes personales, sin tomar ni intereses ni multas, ni otros tributos indirectos y/o vinculados al comercio exterior; que seguramente agranden los montos estimados y las proporciones.
Qué significa este monto y qué representa
La evasión tributaria por estos dólares en el exterior sin declarar representa un 27% de nuestro PBI, y con solo detectar un 10% de esos activos ocultos, la recaudación que se incrementaría alcanzaría para cubrir el déficit Fiscal o se podría dejar de retener el impuesto a las ganancias a los trabajadores de la cuarta categoría, sin afectar la ejecución presupuestaria.
El economista francés, Gabriel Zucman, en su obra “La Riqueza Oculta de las Naciones”, en la cual investigó la situación de las guaridas fiscales y cómo combatirlas, menciona que las pérdidas anuales de ingresos fiscales en Europa por año debido al secreto bancario en el año 2013, ascendía a 150.000 millones de dólares, sobre un total de 4,7 billones de euros sin declarar. Allí remarca también lo siguiente: “Recaudar impuestos no es un fin en sí mismo, menos aún en Francia, donde la tasa de retenciones fiscales ya es muy elevada. La lucha contra el fraude es una necesidad porque permitirá bajar los impuestos que paga la gran mayoría de los contribuyentes –quienes no tienen fortunas que ocultar y no se benefician, o se benefician poco, con los nichos fiscales-, así como restablecer el equilibrio de las finanzas públicas. Todo eso redundará en mayor crecimiento y justicia social.
En definitiva, el secretismo fiscal y bancario fue creado para que ciertos grupos económicos resguarden en guaridas fiscales sus ganancias sin declarar. En muchos países del mundo se está dejando de lado el secreto ya que las grandes potencias se dan cuenta que el ocultamiento de datos fiscales o bancarios solo redunda en mayor opacidad en la economía de las naciones y ven deficitarias sus cuentas públicas, atento a que a menor nivel de secreto, mayor transparencia de los sistemas tributarios.
Es por ello que sería conveniente para nuestro país, en resguardo de la recaudación tributaria, actividad económica, política monetaria por las reservas, detectar quiénes de ese sector empresarial, generan este entramado de fuga de capitales que tanto afecta a estos bienes jurídicos protegidos.
Posible salida
En razón de ser objetivos, si hablamos de indicadores macroeconómicos como inflación, desocupación, pobreza, que sin duda son preocupantes, debemos tomar conciencia que los dólares que un sector muy pequeño –casi ínfimo- posee en el exterior y encima sin declarar ante el fisco de la Argentina, influye directamente en los indicadores mencionados, ya sea por la afectación a la recaudación tributaria y también por los dólares o divisas que no ingresan al BCRA. (Según el aporte a las grandes fortunas apenas son 9.000 contribuyentes)
Por otro lado, existen varios analistas económicos que manifiestan que dichos activos se encuentran en los Estados Unidos, ya que luego del último levantamiento del secreto bancario en Suiza y otros países de Europa, la mayor parte de los fondos ocultos y sin declarar fueron trasladados a bancos radicados en Estados Unidos.
De esta manera, resulta necesario la inmediata aplicación del intercambio de información con los Estados Unidos a efectos de poder detectar por parte del Fisco de Argentina, los bienes sin declarar y proceder a intimarlos a que regularicen su situación tributaria en nuestro país.
Esta puede ser una herramienta útil y efectiva para poder lograr detectar esos activos ocultos, o también, promocionar su repatriación en el marco de algún régimen de blanqueo.
En esta línea nos pareció acertado traer a colación la propuesta vertida en la investigación de Zucman sobre guaridas fiscales, en donde propone “la creación de un registro financiero mundial” que por sí solo estará en condiciones de hacer funcionar el intercambio automático de información. Hoy sabemos que existen muchas naciones y/o jurisdicciones que tienen convenios de intercambios, pero también sabemos que en la mayoría de los casos la información tarda mucho en llegar o llega en forma muy limitada y no se logra el objetivo deseado.
Sin embargo y lo que más nos entusiasmó, sobre todo para la situación actual de nuestro país, es que Zucman considera al FMI, como la organización mejor posicionada para asumir esta tarea, dado que es la única organización verdaderamente mundial. De esta manera el FMI deberá garantizar el acceso de las agencias fiscales al registro, de modo que éstas puedan verificar que todos los títulos que poseen sus contribuyentes estén correctamente declarados y en particular que los bancos offshore intercambien toda la información disponible.
En el Congreso de la Nación ya existe un proyecto con media sanción en donde se propone un pago aplicado a los fondos de residentes argentinos en guaridas fiscales o en el exterior sin declarar ante el fisco y, además, se solicita la colaboración y cooperación del FMI para llevar adelante tal cometido. Fondos, agrega el proyecto de ley, que luego serán utilizados a la cancelación del préstamo Stand By obtenido en el año 2018 por el gobierno de Mauricio Macri.
En conclusión, existen posibles salidas, ya sea la entrada en vigencia del efectivo intercambio de información entre los fiscos de Argentina y los Estados Unidos y, por otro lado, involucrar al propio FMI, en su carácter de organismo internacional para que colabora en la localización de los dólares que tanto hacen falta para robustecer nuestras reservas.
Juan Pablo Futten. Contador público especializado en temas tributarios