Dossier 2023Efectos Globales y Regionales de la re-emergencia de la República Popular China

Acerca de cruzar el río tanteando las piedras. La República Popular China a un año de la guerra en Ucrania

Autor: GT Efectos globales y regionales de la re-emergencia de la República Popular China

Uno de los interrogantes clásicos del pensamiento político es acerca del orden, sobre todo en períodos de inestabilidad. El presidente de la República Popular China Xi Jinping y su par ruso Vladimir Putin parecen coincidir públicamente en que esta discusión volverá a la escena en los próximos años. 

La incertidumbre del escenario internacional (la guerra en Ucrania es una de sus expresiones explícitas, pero no la única) es un tema recurrente en los discursos de Xi. Sin embargo, a un año del inicio del conflicto ¿Cómo dialoga la postura China con el contexto de crisis global? 

Tendencias

“El mundo ha llegado a otra encrucijada histórica”, expresó Xi en la reunión virtual con su par ruso días antes de terminar el 2022. Se trata de un diagnóstico de tensión a nivel global que atenta contra el contexto de relativa estabilidad que vivió China, por lo menos, desde 1978. Por entonces, se iniciaba el proceso llamado Reforma y Apertura, conducido por Deng Xiaoping; que introdujo mecanismos de la economía capitalista al proceso conducido por el Partido Comunista Chino (PCCh). 

Durante ese período, la alianza estratégica con Estados Unidos le permitió, entre otras cosas, atraer capital, ingresar a la OMC y aumentar su importancia regional. El origen fue el famoso encuentro en 1972 entre Nixon y Mao. Uno de los motivos principales de esa reunión era contrarrestar la tensión con la Unión Soviética. Sin embargo, en 1996 China y Rusia reanudan su relación de socios estratégicos y consolidan una de las alianzas más importantes de la actualidad1. La estabilidad fue una de las condiciones de posibilidad para la re-emergencia2 de China como potencia global. 

Los líderes del politburó tienen claro que el contexto global cambió. A comienzos de la Reforma y Apertura Deng promovía una estrategia de inserción llamada 韬光养晦 (TaoGuagYangHui), que implicaba mantener un perfil bajo para aprovechar oportunidades. A fines de los noventa, con Jiang Zemin a la cabeza, lanzan su estrategia de mayor presencia en todo el mundo, llamada 出去 (ChuQu), centrada más que nada en inversiones y cooperación en países que podían dotar a China de alimentos y energía para mantener el proceso de desarrollo. Hoy, los nuevos líderes del PCCH aseguran que China debe tener mayor protagonismo y ser constructora del orden global. El año de la guerra en Ucrania coincide con el cambio a un rol más activo de la estrategia internacional de China en el mundo, pero considerando el mediano plazo la tendencia es previa.

La política interna tampoco permaneció ajena al momento de cambio, y por primera vez en más de 40 años una misma persona podrá ejercer un 3er mandato presidencial. En 2018, el Partido Comunista Chino reformó la Constitución permitiendo que Xi vuelva a ser reelegido, tal como sucedió en octubre del año pasado en el XX Congreso Nacional del partido. Este hecho cambió la dinámica de sucesión política que el PCCh había logrado construir, no sin tensiones por su puesto, luego de la muerte de Mao. 

De manera que, los efectos a nivel global de la operación militar de Rusia en Ucrania perjudican un status quo que hasta el momento había beneficiado al desarrollo de China.

En términos de política interna y de reacomodamiento de alianzas, hay hechos que dan cuenta de ciertos cambios. El punto está en cuál es el peso que estos acontecimientos tienen en ciertas tendencias de larga duración, como aquella en la que se apoyan muchos académicos y diplomáticos chinos sobre “ascenso del este y descenso del oeste”.  Aún así, ¿cuál es la postura de China frente al conflicto?

Comercio y diplomacia 

La respuesta de la OTAN una vez desencadenado el conflicto, puso a China en un lugar difícil en varios aspectos. Dos de los más importantes fueron su reacción ante las sanciones económicas a Rusia y sobre la posición que iba a tomar en el conflicto.

En términos económicos, está claro que China fue fundamental para que Rusia minimice los daños ocasionados por las sanciones económicas y por el sensible descenso del intercambio comercial, principalmente, con los países de la Unión Europea. Para tener una referencia, en octubre de 2022 presentó un aumento de las importaciones y de las exportaciones de más de 34% en comparación con el mismo mes de 2021 entre ambos países3. Las principales exportaciones chinas fueron de teléfonos, computadoras y vehículos, y en cuanto a las importaciones, predominaron las de energía, particularmente de petróleo ruso.  

Respecto a la posición diplomática,el respeto por la soberanía y la integridad territorial de los Estados y la estrategia de presentarse como referencia frente a la comunidad global que implementa China en su política exterior, entra en contradicción con las tensiones que podrían surgir con su principal aliado en caso de tomar una posición más crítica acerca de la intervención militar en el territorio ucraniano. 

Un recorrido por las distintas reuniones y comunicados oficiales junto con pares rusos, europeos y estadounidenses muestra la coherencia de China en evitar criticar a Rusia, sin dejar de convocar  continuamente al diálogo y expresar sus deseos de que el conflicto se resuelva de manera pacífica.

Las declaraciones durante el primer mes fueron más deliberativas. El recién nombrado canciller de China Qin Gang (en ese momento embajador en Estados Unidos) ponderó los buenos vínculos de su país tanto con Rusia como con Ucrania. Wang Yi, el anterior canciller, también llamaba a todas las partes a que trabajen para el cese al fuego4. En ese mismo comunicado, Wang planteó que la solución al conflicto en el “largo plazo” es abandonar la mentalidad de Guerra Fría y detener la política de confrontación de bloques. 

Sin embargo, unas semanas después, apareció una toma de posición más clara al criticar el “impacto negativo de la continua expansión de OTAN”, acercándose mucho más a la línea rusa. En un artículo cuya lectura es relevante para comprender la postura china5, el canciller Qin sostiene de manera clara que la organización de Cooperación de Shanghai (OCS)6 fue formada en respuesta directa a la ampliación en 1996 de la OTAN. 

Justamente, en la cumbre de la OCS Xi y Putin tuvieron su primer encuentro presencial luego del inicio del conflicto. Allí, la parte china destacó la importancia de los mecanismos multilaterales en los que coinciden ambos, como por ejemplo el BRICS. 

Luego, en una reunión virtual entre ambos mandatarios, la parte china volvió a enviar un mensaje claro en apoyo7: “los hechos han demostrado repetidamente que la contención y la supresión son impopulares, y que las sanciones y la interferencia están condenadas al fracaso. China está lista para unirse a Rusia y todas las demás fuerzas progresistas del mundo que se oponen a la hegemonía y la política de poder, a rechazar cualquier unilateralismo, proteccionismo e intimidación, salvaguardar firmemente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de los dos países y defender la equidad y la justicia internacionales.”

Aun así, es prioridad para China quedar fuera de la retórica de dos bloques en conflicto. En tal sentido, también fueron clave los distintos encuentros de alto nivel con funcionarios de Estados Unidos, de las potencias europeas y de Ucrania. 

Los encuentros de Xi con sus pares de Francia y Alemania8, fueron aprovechados para expresar el beneficio mutuo que implica la relación con países de Europa y la intención de trabajar en conjunto para apoyar las conversaciones de paz y evitar una crisis humanitaria. Específicamente, la reunión de marzo de 2022 sirvió de escenario para expresar otra las posturas diplomáticas frente a la guerra, conocida como ”los cuatro deberes”-四个应该 (SiGeYingGai)- que implican que la comunidad internacional debe (1) respetar la soberanía y la integridad territorial, (2) ser fieles a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, (3) tomar en serio las legítimas preocupaciones de seguridad de todos los países, y (4) esforzarse por encontrar una solución pacífica a la crisis. 

Otro de los momentos clave, fue el encuentro en noviembre entre Xi y el presidente estadounidense Joe Biden en el marco del G20. Esa reunión fue la primera en forma presencial de ambos mandatarios e incluyó, entre otras cosas, un intercambio respecto a la “crisis en Ucrania”.  El mensaje publicado por la parte china tras la reunión, fue que los conflictos y las guerras no producen un ganador, que se debe evitar la confrontación entre los principales países, a la vez que llamó a que se reanuden las conversaciones de paz, y que Estados Unidos, la OTAN y la UE lleven a cabo diálogos integrales con Rusia9.

También destaca el encuentro entre el entonces canciller Wang y su par ucraniano Dmytro Kuyleba en septiembre 202210. Allí el mensaje del lado chino fue el compromiso de seguir construyendo una relación bilateral amistosa y beneficiosa entre ambas partes y comprometerse a tener un rol constructivo en la búsqueda de la paz. Además, China envió tres lotes de ayuda humanitaria a Ucrania. 

A modo de conclusión: relaciones y dependencias

Uno de los efectos de la guerra en Ucrania fue la consolidación de una matriz de dependencia a favor de las dos mayores potencias de la actualidad. Los países de la Unión Europea tuvieron que estrechar sus vínculos militares y energéticos con Estados Unidos. Lo mismo puede decirse de la dependencia de Rusia del comercio exterior con China luego de las sanciones económicas, aunque en este caso la balanza se equilibra al considerar la capacidad y redes militares rusas. 

La diferencia es que China intenta desarmar la formación de bloques, mientras que EEUU insiste: las últimas noticias referidas a las alianzas para continuar cortando el suministro de semiconductores11 reafirman esa dirección. El aumento de las tensiones entre ambas potencias no es sorpresa, hace años que el Departamento de Estado define a China como la principal amenaza. Pero el enfriamiento de la relación con los países centrales de la Unión Europea, producto del conflicto, es un punto que atenta contra los intereses chinos y el esfuerzo que viene haciendo por ganarse un lugar de confianza y respeto en el concierto de naciones. 

El punto está en el costo que esto tenga, también, para los países e intereses europeos, como la pérdida de soberanía o el hecho de verse obligados a alejarse del mercado chino. Una disyuntiva que aplica también a las tantas empresas estadounidenses que hace décadas sostienen ganancias extraordinarias. Lo mismo sucede con los distintos países y actores del sur global que se ven atrapados en la falsa premisa de tener que tomar posiciones entre uno u otro bloque cuando la agenda debería ser propia, pragmática y regional.  

De todas maneras, la construcción de un imaginario de empate y tensión entre dos bloques de poder, como sucedió durante la segunda mitad del siglo XX no coincide con la multiplicidad de actores dinámicos y poderosos de la región asiática. La posición y potencialidad de India, el peso específico de Vietnam o Indonesia, mecanismos como el de ASEAN+3, la dependencia de Japón o Corea del Sur con las cadenas de valor regionales; todo ello habla más de una dinámica multicolor asiática que de la consolidación de un nuevo “bloque rojo”. Este es uno de los puntos claves para pensar cómo se resolverá la encrucijada. 

Más allá de los discursos públicos y los imaginarios, a la hora de pensar cadenas de valor, empresas, instrumentos financieros y circulación de inversión, la relación bilateral de Estados Unidos y China no deja de ser de fuerte interdependencia. 

Los dirigentes chinos tienen claro que las tensiones y contradicciones no van a resolverse pronto ni de manera simple. El ya mencionado artículo de Qin expresa que “para revertir esta situación, no solo hay que poner fin a esta guerra, sino también dar una respuesta fundamental a la paz y la estabilidad duraderas en Europa, y una filosofía y una arquitectura equilibradas, eficaces y sostenibles para su seguridad”. 

Una de las referencias clásicas a la hora de figurar la estrategia discursiva china, una vez decidido en 1978 desarrollar mecanismos de mercado, fue la frase de Deng Xiaoping respecto a “cruzar el río tanteando las piedras”12. De hecho, el gradualismo y la característica transicional de la gestión del Gobierno del Estado fue una de las claves – muchas veces pasadas por alto- del exitoso proceso de desarrollo chino.

Una vez iniciado el conflicto en Ucrania, la postura pública china mantuvo esa estrategia “gris” pero eficaz: evitó definiciones explícitas pero mantuvo su alianza estratégica con Rusia; ponderó su peso como potencia global pero insistió en la importancia de los mecanismos multilaterales; discutió la mentalidad de la Guerra Fría pero consolidó la dependencia económica rusa y fortaleció bloques como la OCS; destacó la importancia de las conversaciones de paz entre las partes, pero aprovechó la oportunidad para dejar claro que considera que los mecanismos de negociación y de toma de decisiones del sistema mundo actual se contradicen en su doble estándar. 

Su visión respecto al conflicto se inserta en una lectura más amplia, que considera una situación de crisis global y propone una solución que no es coyuntural, ni territorial, sino global, y depende de una nueva discusión de todo el sistema internacional.

Si algo demostró China, al pasar de ser un país periférico conducido por un partido comunista-leninista a ganarse un lugar en la mesa de las potencias del norte, es la relevancia de desarrollar una estrategia soberana, y que las naciones no tienen por qué repetir fórmulas que no coinciden con sus características nacionales, sino más bien conducir políticamente sus potencialidades estratégicas y aprovechar las contradicciones y posibilidades del contexto global. Un aprendizaje clave frente al objetivo de generar un proceso desarrollo propio del capitalismo con características latinoamericanas. 

1 Más sobre este triángulo de potencias en: https://ocipex.com/articulos/multipolaridad-y-transicion-hegemonica-algunos-aspectos-del-sistema-internacional-en-la-tercera-decada-del-siglo-xxi

 2 Antes de la consolidación de Inglaterra y Europa como centro del sistema-mundo capitalista Asia representaba la región más dinámica. 

3 Datos del Observatorio de la Complejidad Económica. https://oec.world/es/

4 https://www.fmprc.gov.cn/esp/zxxx/202203/t20220321_10653746.htm

5 https://espanol.cgtn.com/n/2022-04-19/GdfeAA/La-crisis-de-Ucrania-y-sus-consecuencias-articulo-del-embajador-chino-Qin-Gang/index.html

6 http://spanish.xinhuanet.com/2016-04/15/c_135279524.htm

7 https://www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/zxxx_662805/202212/t20221230_10999132.html

8 https://news.cgtn.com/news/2022-03-08/Xi-holds-video-summit-with-Macron-Scholz-18eLQfrEO0E/index.html

9 https://www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/zxxx_662805/202211/t20221114_10974686.html

10 https://www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/zxxx_662805/202209/t20220924_10770931.html

11 https://espanol.cgtn.com/news/2023-01-30/1619881193375059969/index.html

 12 摸石头过河 (MoShiTouGuoHe)

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